domingo, 3 de noviembre de 2013
jueves, 24 de octubre de 2013
CUENTO EL FARO
El velero había salido lleno de euforia y de esperanza del puerto de Buenos Aires buscando el Pacífico.
Pero para llegar hasta allí no tenía más remedio que bordear la tierra en busca de la brecha que por el Cabo de Hornos le permitiera torcer hacia la derecha rumbo hacia el mar grande.
Por eso puso confiado proa al sur, aunque su meta fuera el oeste.
Pero el cambio de rumbo no se hizo.
Tal vez se navegaba con velas demasiado desplegadas.
Tal vez fuera de noche cuando se pasó frente a la brecha.
A lo mejor sucedió durante una tormenta. No sé.
Lo cierto fue que se continuó al sur, rumbo al frío, rumbo al polo.
El error se fue haciendo duda a medida que subía a la conciencia.
Una vez plenamente instalado en la conciencia, la duda floreció en angustia.
El pobre velero se encontró rodeado por los témpanos, por el frío, las tormentas, y un sol lejano que cada vez se alejaba menos del horizonte.
Entonces fue cuando se tuvo conciencia de haber equivocado el rumbo.
De estar marchando hacia la nada, hacia el vacío del frío y de la muerte.
Se le preguntó a la brújula: pero la brújula había enloquecido.
Porque en el polo las brújulas enloquecen y comienzan una danza que contagia a los marineros.
Ya no tenía sentido seguir. ¿Para qué? Si cada esfuerzo hacia adelante era un paso hacia la nada fría de la muerte.
Algo que embretaba aún más entre los hielos, la oscuridad y las tormentas.
Se quiso preguntar a las estrellas.
Pero las estrellas revoloteaban en círculo alrededor de un polo cósmico invisible lo mismo que los albatros alrededor del mástil del velero.
En el polo, las estrellas no nacen ni mueren, simplemente giran equidistantes del horizonte.
Allí, cerca del polo, poner proa a una estrella hubiera sido simplemente girar sobre sí mismo.
Entonces ¿nada había ni en el barco ni en el cielo, que fuera capaz de devolver el rumbo? Porque el hecho de no saber dónde de se estaba, quitaba todo sentido a lo que se tenía.
Los grandes puntos de referencia eran todos ambiguos.
Porque en el polo todo es ambiguo, hasta el mismo movimiento.
Y fue entonces cuando se recibió el mensaje.
Tres cortas... una larga... silencio. Tres cortas... una larga... silencio. Tres...
El brillo intermitente despertó la curiosidad de esos hombres hambrientos de señales.
No. No podía ser una estrella; porque ese brillo estaba allí, sobre la misma línea horizontal que ellos. Participaba dl movimiento de las mismas olas, rodeado por los mismos témpanos y el mismo desamparo del frío y las tormentas.
Tenía que ser un signo de presencia humana. Era un faro.
Y el faro continuaba fiel al ritmo de sus intermitencias: tres cortas... una larga... silencio. Tres...
Y esos marineros aturdidos por el ruido y la tormenta que silbaba en el cordaje de sus mástiles hubieran preferido que en lugar de ese silencio, el faro les enviara una palabra con la que se identificara a sí mismo y los ubicara a ellos.
Pero el faro en su soledad tenía sólo un medio para comunicarse y manifestar su identidad: la fidelidad al ritmo de sus intermitencias.
Y continuó lanzando sobre la tormenta, las olas y los témpanos, su mensaje de luz con pañales de silencio.
¿Desembarcar en el faro? Era imposible. En esas latitudes los faros anidan en arrecifes.
La palabra esperada estaba oculta en el silencio del velero mismo. Porque el velero contaba entre sus bienes con un libro de faros.
Y fue allí donde los marineros fueron a identificar el mensaje de ese faro.
Y fue gracias a la fidelidad precisa y silenciosa a sus intermitencias por la que los marineros, mineros del silencio de ese libro, ubicaron la identidad del faro y con ello un punto de referencia para su propia posición.
Entonces cada cosa antes incoherente, aportó su pequeño mensaje provisorio: la posición del sol en el horizonte, la hora del reloj, la danza de la brújula, y hasta las mismas estrellas.
Se supo que se estaba proa al polo.
Y se viró en redondo. Y con ello los marineros supieron que el velero se había salvado.
0 mejor, que para ese velero comenzaba la oportunidad de salvarse.
Porque esa conversión profunda, aparentemente no había cambiado nada en la geografía concreta de su navegación.
Seguían rodeados por los témpanos, el frío, las olas y los vientos.
Su conversión no les había cambiado de geografía; simplemente los había colocado proa hacia una nueva dirección.
Antes, seguir era avanzar hacia la muerte, hacia el frío del polo y de la nada.
Ahora, navegar era avanzar hacia la luz, hacia la vida, hacia el encuentro con los demás hombres.
Era regresar hacia su pueblo, dejando, atrás la geografía del reino de las sombras. Pero allí los dos rumbos participaban aún del mismo medio externo.
Y tal vez el esfuerzo para avanzar fuera ahora aun mayor que el anterior. Porque había que hacer frente a todo eso qué los había conducido hasta allí.
Pero la diferencia estaba en que ahora los esfuerzos tenían sentido porque conducían a la vida.
Porque entre los navegantes, lo que desanima no es el tener que hacer esfuerzos, sino el que esos esfuerzos sean gestos vacíos de sentido.
Poco a poco fue quedando atrás toda esa geografía polar.
Poco a poco las estrellas fueron inclinando sus órbitas buscando el horizonte, y la brújula fue estabilizándose. Y con ello se reentró en el mundo de las exigencias normales de la navegación a vela.
Se siguió navegando con fidelidad a esa ruta, proa hacia esa meta donde muere el sol.
Allá quedó el faro.
Exigido por la fidelidad al ritmo de sus intermitencias, a su geografía polar y a su silencio.
Porque el misterio personal del faro exige fidelidad a su arrecife, y un profundo respeto por la ruta personal de cada navegante.
Lo que no quita que a veces sufra de nostalgia al recordar a los veleros.
FIN
domingo, 22 de septiembre de 2013
jueves, 19 de septiembre de 2013
domingo, 15 de septiembre de 2013
ÉRASE UNA VEZ EL ESPACIO
Erase una vez el espacio
erase una vez otros mundos
que soñaban si , todos juntos si
los planetas poder agrupar.
Erase una vez el espacio
erase una vez su patrulla
peleaban si , siempre por el bien
la galaxia querían en paz.
Lucharan
sin cesar
lograran
triunfar
erase una vez su patrulla
peleaban si , siempre por el bien
la galaxia querían en paz.
Lucharan
sin cesar
lograran
triunfar
Tienen por misión algo bello
que vivan en paz muchos hombres
y luchaban si ,cada día si
para hacer un espacio mejor.
En nave espacial tienen que partir
quieren llenar el espacio
de amor y de luz
y poder soñar
con el porvenir
formando entre todos un mundo mejor
quieren llenar el espacio
de amor y de luz
y poder soñar
con el porvenir
formando entre todos un mundo mejor
Erase una vez el espacio
erase una vez la aventura
tendrán que vivir
aventuras mil
para defender la humanidad.
erase una vez la aventura
tendrán que vivir
aventuras mil
para defender la humanidad.
Erase una vez el espacio
erase una vez su patrulla
peleaban si
siempre por el bien
la galaxia querían en paz.
erase una vez su patrulla
peleaban si
siempre por el bien
la galaxia querían en paz.
Lucharan
sin cesar
lograran
triunfar.
sin cesar
lograran
triunfar.
Tienen por misión algo bello
que vivían en paz
muchos hombres
y luchaban si
cada día si
para ser un espacio mejor.
que vivían en paz
muchos hombres
y luchaban si
cada día si
para ser un espacio mejor.
viernes, 5 de abril de 2013
lunes, 25 de marzo de 2013
domingo, 24 de marzo de 2013
martes, 19 de marzo de 2013
martes, 12 de marzo de 2013
Preguntas
- ¿Cómo te has sentido con esta lectura?-
Pon ejemplos de esas veces en que eres como el hermano mayor y quieres construir cercas o vallas que te separen de los demás, como por ejemplo: papás, hermanos, amigos.-
-¿Es bueno que los enfados, riñas, peleas nos separen de las personas a las que queremos?-
¿Qué actitudes son constructoras de puentes como el que hizo el carpintero?
Como p.e. No hacer caso de insultos, tener paciencia con los compañeros, evitar las peleas...
- ¿Cómo te has sentido con esta lectura?-
Pon ejemplos de esas veces en que eres como el hermano mayor y quieres construir cercas o vallas que te separen de los demás, como por ejemplo: papás, hermanos, amigos.-
-¿Es bueno que los enfados, riñas, peleas nos separen de las personas a las que queremos?-
¿Qué actitudes son constructoras de puentes como el que hizo el carpintero?
Como p.e. No hacer caso de insultos, tener paciencia con los compañeros, evitar las peleas...
EL soniDO en cuaREsma
Construir el puente
No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes empezaron a discutir.
Ésta fue su primera discusión seria que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro con hombro,compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes de forma continua.
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.
Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas, seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis.
Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso".
"Sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted”.
Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor".
"La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él cogió su tractor y desvió el cauce del río para que quedara entre nosotros".
"Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?"
"Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más."
El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación”. Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho."
El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja durante todo el día para ir al pueblo a por comida.
El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando.
El granjero regresó cuando se acercaba la noche, el carpintero justo había terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos y la boca abierta. ¡¡¡No había ninguna
cerca de dos metros!!!
En su lugar había un puente.
¡¡Un puente que unía las dos granjas por encima del río!!- Era un bonito puente con pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: "Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho!!".
Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas. "¡No, espera!", le dijo el hermano mayor.
"Quédate unos cuantos días.
Tengo muchos proyectos para ti", le dijo el hermano mayor al carpintero. "Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes que construir".
FIN
Construir el puente
No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes empezaron a discutir.
Ésta fue su primera discusión seria que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro con hombro,compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes de forma continua.
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.
Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas, seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis.
Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso".
"Sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted”.
Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor".
"La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él cogió su tractor y desvió el cauce del río para que quedara entre nosotros".
"Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?"
"Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más."
El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación”. Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho."
El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja durante todo el día para ir al pueblo a por comida.
El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando.
El granjero regresó cuando se acercaba la noche, el carpintero justo había terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos y la boca abierta. ¡¡¡No había ninguna
cerca de dos metros!!!
En su lugar había un puente.
¡¡Un puente que unía las dos granjas por encima del río!!- Era un bonito puente con pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: "Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho!!".
Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas. "¡No, espera!", le dijo el hermano mayor.
"Quédate unos cuantos días.
Tengo muchos proyectos para ti", le dijo el hermano mayor al carpintero. "Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes que construir".
FIN
jueves, 7 de marzo de 2013
jueves, 14 de febrero de 2013
viernes, 8 de febrero de 2013
miércoles, 30 de enero de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)